PUNTOS A EVITAR EN LA PROMOCIÓN DE LA LECTURA
Todos sabemos lo difícil que resulta a veces
conseguir despertar el interés de los niños por la lectura. Mucho más
fácil, por desgracia, es conseguir el efecto contrario: que los libros sean
vistos como objetos aburridos a los que es mejor no acercarse.
Por eso, desde el C.E.I.P. “El Parque”, os damos
unos puntos a evitar en la promoción de la lectura. Acciones que, no solo no
ayudarán a que nuestros hijos se conviertan en lectores, sino que entorpecerán
el proceso, llevándolo quizá a un punto de no retorno.
1) LIBRO VERSUS
TELE
No debemos convertir a la televisión en el
enemigo acérrimo de la lectura. Uno y otro se complementan y el niño debe
tener tiempo para hacer ambas actividades si así lo desea. Es
importante controlar lo que ven en la tele y el tiempo que dedican a ello, pero
sin olvidar que la televisión también ayuda a enriquecer a nuestros pequeños.
Además, si nuestros hijos perciben que les estamos negando una distracción, la
televisión, para imponer otra, los libros, esta última no será vista como tal,
sino como una especie de castigo que no ayudará en nada a fomentar el amor por
los libros.
2) CENSURAR GÉNEROS
No siempre nuestros gustos coincidirán con los de
nuestros hijos. Pero eso no significa que debamos juzgarlos. Un caso común es
el de los cómics. Muchos padres consideran que estas lecturas no aportan nada y
que el tiempo que sus hijos dedican a los cómics no lo están dedicando a leer
“literatura de verdad”. Este planteamiento es un grave error, no solo
porque los tebeos son la mejor puerta de entrada al mundo de la literatura,
sino porque al impedir al niño hacer algo con lo que disfruta, dejará de
identificar lectura con entretenimiento y se alejara de los libros.
3) HAZ LO QUE YO
DIGO PERO NO LO QUE YO HAGO
Ya lo decía el eslogan del ministerio: si tú lees,
ellos leerán. Los padres somos el modelo a seguir por nuestros hijos y por eso
debemos dar ejemplo. No podemos insistir a los pequeños con respecto a los
libros y luego negarnos a leerles un cuento antes de dormir. Hay que buscar
tiempo para compartir la lectura con nuestros hijos y para convertir
esto en un momento de intimidad que nos acerque a ellos.
4) IMPONER LIBROS
Si a nuestro hijo no le gustan ciertos libros, no les
obliguemos a que los lean. Hay tantos títulos que es absurdo empeñarnos en
que haga lecturas que no le satisfagan. Ya volverán a ellas más adelante si así
lo creen. Cada lectura tiene su momento y un libro, leído en una época inadecuada
puede conseguir alejar de la lectura a los pequeños. Ten en cuenta que la
biblioteca de nuestros hijos debemos crearla con ellos, porque no servirá de
nada ofrecerle solo libros que no despierten su interés. Hay que conocer a
nuestro hijo, sus gustos y aceptar y apoyar sus lecturas favoritas.
5) EL LIBRO COMO
AMENAZA
Las lecturas obligatorias dejémoslas para la escuela. En
casa el libro tiene que ser un objeto que atraiga, que apetezca y divierta. No
hay nada peor que obligar a un niño a que lea, sin interrupción, de una hora a
otra. Sugerir, convencer, animar pero nunca obligar, ni mucho menos amenazar
con un castigo en caso de que no se lea. Si lo hacemos habremos creado
inmediatamente un no lector.